Como si fuera una pizarra Velleda, el Dakar borra su recorrido de
2012 y dibuja ya el de 2013. Está encauzado, sí, pero no cerrado, porque
Etienne Lavigne, director de la carrera, tiene aún "muchas reuniones
para darle la forma final".
La salida sería en Lima (Perú) y el final en
Santiago (Chile), aunque este extremo, aunque hecho público por las
autoridades chilenas, no está confirmado por la empresa organizadora,
ASO. Barajan aún la idea de Valparaíso.
De confirmarse, sería la primera ocasión desde que el raid llegó a
Sudamérica en que Argentina no sería escenario de la salida o del final
de la prueba. Pero seguirá teniendo un peso importante, con Tucumán como
candidata para que los participantes disfruten de la jornada de
descanso.
Hay dos cuestiones clave en los planes de la organización. Una es la
posibilidad de que los pilotos no pasen fuera de casa como hasta ahora
el Año Nuevo y que la competición arranque el 6 de enero. Y otra, que se
resuelvan las dudas respecto al estreno de Bolivia. Hay interés mutuo
entre el país y ASO, pero la altitud (el Altiplano) es un hándicap que
juega en contra.